Epiphone durante los 60’s

Después de la frágil alianza entre Epiphone y Gibson durante los 50’s, Epiphone no pretendía permanecer a la sombra de otra marca, a sabiendas de que contaba con la oportunidad de colocarse al inicio de la cadena musical.

Partiendo de su conocida admiración y adaptación del material de Gibson, Epiphone siguió adaptando modelos de Gibson existentes, recreando diseños y creando sus propios modelos, con base en ideas innovadoras, incluyendo guitarras eléctricas como el Sheraton semihueco y el Modern Black de sólido cuerpo. Esto mismo hizo que la reputación de Epiphone se renovara, al destacar que era una casa creadora de instrumentos al estilo Gibson.

Como un dato curioso, Epiphone no tuvo su inauguración hasta 1958, durante la feria comercial NAMM, en donde se posicionó como el mejor en el mercado, gracias a su guitarra Emperador eléctrico, la cual fuese la estrella del evento.

A principio de los 60’s, Epiphone aprovechó la explosión de la música folk, con la cual reintrodujo su clásica guitarra sevillana, junto con el resto de sus modelos españoles. En 1962, Epiphone sacó una guitarra de doce cuerdas con el nombre de Brad, mientras que en 1963 expuso una serie de guitarras populares de cuerdas de acero, incluyendo el Trovador.

Sin duda alguna, las guitarras Epiphone han atravesado una serie de altas y bajas, junto con momentos clave, que han conseguido colocarlos en la posición meritoria en la que se encuentran hoy en día.

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