¡Suena tu Cerebro!
¿Has simulado tocar un
instrumento al escuchar una canción?, ¿Has bailado mientras barres tu casa?,
¿Llegaste a mover la cabeza al ritmo de la música?, ¿Algún tema te ha hecho llorar?...
Seguramente has respondido sí, a por lo menos una de estas preguntas pero ¿sabes
por qué reaccionamos así?
La audición musical se clasifica
en tres planos - sensual, expresivo y puramente musical. Cada uno de ellos
influye directa o indirectamente al grado de llegar a modificar el
comportamiento de quien escucha. Esto ocurre gracias a la memoria auditiva, que
se encarga de archivar la información sonora. Hablamos de melodías, piezas o
canciones que alguna vez has escuchado. Cuando estás en algún bar,
restaurante o vas de compras al súper, siempre hay música de fondo que por lo
general ignoramos por hacer otras cosas, ésta funge como atmósfera del momento
y lugar. A esta forma primaria de escuchar la música se le denomina plano
sensual. Donde no pensamos ni examinamos dicha música, únicamente se escucha
por el simple hecho de estar ahí. ¿Has notado la reacción en una fiesta donde
de repente deja de oírse la música? Haz la prueba en tu próxima reunión, apaga
la música y verás cómo comenzaran a reclamar aunque
ninguno de ellos este bailando o cantando. Esto se debe a que la música
complementa una parte visual del individuo, creando un círculo de sensaciones
que genera comodidad.
En segundo término, hay momentos
en los que estás en el primer plano de audición y cuando menos lo esperas
aparece tu canción favorita ¿qué ocurre? ¡Inmediatamente comienzas a cantar
simulando que tocas algún instrumento, levantas el puño, te emocionas, mueves
la cabeza al ritmo de la canción y a veces hasta bailas! Has entrado al
siguiente plano de audición musical, el llamado plano expresivo. Donde la
música nos lleva a buscar un significado intraducible a las palabras pero
perfectamente entendible para quien la escucha, pues evoca sentimientos con los
que la persona se identifica, teniendo en algunas ocasiones reacciones de
llanto o gran alegría. Finalmente recordemos que la música
está formada por sonidos, notas musicales y su manipulación sobre un
instrumento. Si al escuchar una pieza musical sabes su forma, tonalidad,
texturas, etc. estás dentro del tercer plano de la audición, el llamado plano
puramente musical. Donde se entienden los mecanismos necesarios para su
ejecución y composición. Un plano del que la mayoría de los oyentes no son
conscientes, salvo compositores y ejecutantes.
Así, la música tiene un valor
determinante en el comportamiento de las personas, donde no sólo aplica para
conciertos o recitales sino para la vida cotidiana en anuncios de radio y tv,
restaurantes, películas, teatro, centros comerciales, terapias e incluso en un
elevador. Recuerda que el oír, escuchar y/o entender la música, no son iguales
entre sí. Cada una cumple con su función y es el cerebro quien se encarga de
acomodarla al contexto determinado. Ahora dime, ¿En cuál de los tres planos
musicales escuchas tú?
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