Música - ¿Genética o educación?
Cuando hablamos de música, existen muchas pruebas sobre el
talento natural en los niños, aunque tal aprendizaje se desarrolla de diferentes maneras en cada persona.
En otros artículos hemos tratado acerca del desarrollo de habilidades musicales tanto de manera empírica como
académica y que ésta tendrá su máximo nivel cuando las dos partes lleguen a un
equilibrio. Es decir, se aprende de forma empírica en los primeros pasos, pudiendo
crecer como ejecutante de manera increíble y quedándose hasta ese punto;
o tiempo después incrementar habilidades con el complemento del poder académico. En este caso para ejemplificar, recordemos el como las facultades que tienen los niños para desarrollar el habla no es la misma
cuando de música se trata. El entrenamiento auditivo, trabajo técnico y una
educación musical intensa a temprana edad, podría resultar en una inmensa
frustración para los padres, maestros y peor aún, para el niño mismo. Más bien debemos
relacionarlo con actividades musicales para detectar si muestra una libre
predisposición hacia ellas, de esta manera se estará estimulando a generar una
expectativa y por lo tanto un interés por desarrollar un talento de forma
natural.
Aunque se hereden estructuras anatómicas
y fisiológicas, el entorno influye de manera contrastante en lo
que acontece con la personalidad del niño. Por otro lado se considera que todos
somos aptos para acceder a la educación musical y disponemos de una musicalidad
natural, desde el punto de vista rítmico se da al caminar, al hablar o al
respirar. Y desde el punto de vista melódico por medio de nuestra propia voz. Pero en todo
esto hay algo que se pasa por alto la mayoría de las veces y es que si todos tenemos
la libertad de acceso y somos aptos para la música, es porque al final dicho estudio no está
dirigido estrictamente a formar músicos profesionales, sino a fomentar cierta
valoración y apreciación por la música en sí. ¿Para qué?... para propiciar un
crecimiento humano. Si un niño aprende música indudablemente estará expandiendo su nivel de percepción hacia su entorno, independientemente
de si viene de una familia de músicos o no. Hablo de disciplina… y la música
¡Vaya que lo es! Hay un proverbio japonés bastante adecuado para este tema que
dice: “Tarde o temprano la disciplina vencerá a la inteligencia”… Piénsalo,
analízalo.
Por lo tanto, si un niño tiene
talento musical, necesariamente tendrá que reforzarlo y estimularlo con
educación, llámese como se llame - empírica o académica. Pues todo es un ciclo
llamado equilibrio ¿Tú qué
dices?...
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