Gritos de guerra: Canciones que se vuelven himnos

Hay canciones que llegan a trascender representando no sólo a una agrupación ni un género musical, sino a toda una generación. Pero ¿Qué es lo que hace que una canción se eleve a esos niveles y haga explotar los sentimientos de millones de personas?

Las generaciones cambian según las necesidades del hombre, aspectos como el entorno social, la situación política del país y los avances tecnológicos son los responsables de que las masas evolucionen en su forma de pensar y con el paso del tiempo todo se transforma. Así las manifestaciones artísticas se fusionan con la época logrando que convicciones y creencias puedan encapsularse en una sola canción.

En la década de los 50 los jóvenes demostraban su gusto por la música bailando con el Rock and roll. Tiraban las vallas metálicas con las que dividían al público por el color de su piel en los conciertos y se manifestaban ante esta discriminación bailando en conjunto. Hacían honor a las letras que invitaban a divertirse y ser feliz solo por el hecho de ser joven. Años más tarde en los 60, el rock tuvo más influencia y generó un sinfín de canciones que se convirtieron en himnos. La sociedad adulta tachaba de indecente a este movimiento.

En 1969 se llevó a cabo el histórico festival Woodstock, trayendo consigo otro cambio inminente y una repercusión social de proporciones épicas para la siguiente generación en los años 70. El movimiento hippie gritaba amor y paz, sus letras se enfocaban a problemáticas sociales, un canto en contra de los conflictos bélicos. Por otro lado, los punks gritaban en contra de la represión de los malos gobernantes, quienes los reprimían y estereotipaban por el simple hecho de tener ideas propias, fichados como delincuentes por su forma de pensar y vestir. La lucha por la libertad de expresión vivía dentro de muchos géneros musicales; y si a esto agregamos la aparición del video-clip en la década de los 80, estamos hablando de un impacto visual que vino a reforzar a aquellas generaciones.

La caída del muro de Berlín en 1989 se vio reflejado en muchos aspectos sociales y culturales; se llevaron a cabo conciertos temáticos y canciones que tuvieron fuerte impacto sobre las generaciones futuras, dando paso a la década de los 90 donde surgió otro ejército de jóvenes hambrientos de libertad – La generación X, quienes gritaron como himno: Huele a  espíritu adolescente. Así pues, la música es uno de los elementos indispensables para la expresión de ideas y manifestaciones sociales, somos hijos de nuestra época, no importa el género sino la trascendencia del contenido, la voz de una generación, un coro de millones de voces, libertad de expresión, identidad, refugio, himno y bandera de la juventud.

Si tú tienes algo que decir...

no calles, la música es un poderoso aliado, sé uno con ella, ¡Manifiéstate!

René Guerrero

@reneguerreromusic
@másmúsicos

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